Definir a Dios es algo hermoso,
Dios es energía, y dicha energía, es realmente pura y maravillosa, se
manifiesta en nuestra realidad en infinitos instantes, Dios es un ser superior,
no porque tenga más poder sino porque se alimenta del AMOR que es
la única verdad absoluta que existe en el universo; el resto de cosas es
relativo y es creación del hombre, porque si Dios creó todo lo que vemos y el
ser humano lo clasificó como bueno o malo, nada de eso existe, todo es creación
de la mente, si todo viene de Dios entonces todo es Dios y si todo es Dios
entonces nada es malo o nada es bueno simplemente son etiquetas hechas por el
hombre, Dios y la Divinidad son energía infinita de amor puro y
verdadero, por ello Dios creó seres humanos perfectos, irrepetibles,
únicos e inigualables, con posibilidad de elegir, de pensar, de sentir y de
tener el libre albedrio para tomar sus propias decisiones.
Cuando Dios nos creo a cada uno de nosotros, vivíamos en el universo en una danza
de amor y alegría, jugando, amando, en felicidad, en armonía, en equilibrio,
repletos de magia, el hizo nuestro ser con su energía, de su mismo
aliento, de su propia luz, con un alma igual, salimos de su hermoso
corazón que es puro y cristalino, y nos encomendó una misión que no termina
nunca, no tiene límites y no tiene fin, y era la de ser felices y
aprender a vivir en amor, (que perfecto nuestro Dios tan noble) no hubo
otra cosa que dijera, no había nada mas, el solo nos dijo recuerda tu fuente
y aprende a vivir en amor y en felicidad, recuerda de dónde vienes y a donde
regresaras, fue así como Dios nos dio la posibilidad de nacer, ahora no solo en
energía sino con un cuerpo físico, repleto de bendiciones abundantes, podemos
ver, oler, comer, jugar, danzar, trabajar, sentir… tenemos tantas cosas
en este precioso universo tan hermoso, bondadoso y sagrado.
Llegamos a la tierra y nos la complicaron tanto, la gente invento el tiempo, el
dinero, lo malo, lo bueno, el apego, las cedulas, los pasaportes, las reglas,
pero la principal trampa de todo, fue el miedo, crecimos con tanto
miedo a cometer errores, a encajar en el sistema, a no
decepcionar a nuestros padres, miedo a la muerte y encima nos arropo un sistema
educativo que cada vez está más distante de lo verdadero, nos enseñaron a
consumir alimentos de otros seres vivos como son los animales, que no tienen la
culpa de nada, y que se mueren de miedo cuando los llevan al matadero para
ser asesinados vilmente, ellos mueren con energía de terror, y de
esta misma energía es con la que los seres humanos nos
alimentamos.
Nuestra glándula pineal no puede recordar la fuente, éramos tan pequeñitos, tan
frágiles cuando nacimos y nos metieron tantas mentiras comenzando por la
religión… no entendemos que el cuerpo genera toxinas que no permiten que
recordemos nada, ahora imaginémonos cuando sentimos ira, rencor, apego, celos,
desilusión, tristeza, rabia, egoísmo, se generan cantidades de energía toxica
que nos alejan mas de nuestra hermosa fuente, es como si le cayera cemento a la
glándula pineal, no podemos recordar nada y es por eso que creemos que la vida
es lo que vemos y estamos amarrados a tantas mentiras.
Somos
parte de Dios, y Dios está dentro de nosotros, no como algo externo sino
internamente, principalmente en nuestro corazón, células y ADN,
somos creadores, de nuestra realidad y lo hacemos a través del
pensamiento, estamos hechos de luz infinita del padre, tenemos su
energía, venimos del universo, somos parte de él y volveremos a él, es
espíritu, somos vibración, magia, parte de la madre tierra, que
vive respira, siente y está hecha de la misma energía de Dios, somos luna,
somos el sol, somos los planetas, nuestro ser es parte de él, ojala
entendiéramos la importancia que tenemos en esta existencia, el valor de
nuestra vida.
El libro “Un curso de milagros” plantea que: “vivimos a base de símbolos, hemos
inventado nombres para todas las cosas que vemos, y cada una de ellas se ha
convertido en una entidad aparte, identificada por su propio nombre. De esta
manera segregas independencia en el espacio que nos rodea. Es difícil enseñarle
a la mente miles de nombres extraños y luego, mil mas. No obstante creemos que
eso es lo que significa aprender. No creas que fuiste tú quien hizo el mundo
¡las ilusiones si! Cuando llamas a un hermano, es a su cuerpo a lo que te
diriges, su verdadera identidad queda oculta debido a lo que crees que es
realmente, Dios no tiene nombre y su nombre se convierte en la lección de que
todas las cosas son una, y esta lección finaliza todo aprendizaje, en Dios
estamos unidos con toda cosa viviente como nuestro creador.
La energía del Dios está en todo el universo, y por lo tanto todo es parte de
la divinidad; así se señala también en El
Evangelio de Tomás cuando dice: “El reino de Dios está en ti y a tu alrededor, corta un trozo
de madera y ahí estaré, levanta una
piedra y me encontraras”...
el regalo más importante que Dios nos dio somos nosotros mismos, por ello
debemos confiar en nosotros, amarnos, y abrir el corazón hacia el amor propio,
respetar a la tierra y amar al planeta, somos seres multidimensionales, podemos
funcionar en muchas realidades al mismo tiempo, somos creadores, debemos
reconocer nuestra divinidad, y nuestra conexión con el creador y con todo lo
que existe, ya que todo está conectado y nosotros formamos parte del todo. El
amor es la clave, el amor es lo que crea el universo, es el ladrillo básico
para la construcción, por eso cuando uno tiene amor, todas las posibilidades
existen, cada uno de nosotros estamos aquí para evolucionar juntos y crear una
nueva frecuencia de vibración, convertirnos en inspiración.
La luz es información y la ignorancia es falta de información, estamos
aquí para asistir, enseñar, evolucionar y vivir felices, comprender que el
pensamiento crea, no importa en qué situación nos encontremos, las emociones
son un puente de alimento hacia Dios, no hay razón para tener miedo de nada,
nosotros creamos nuestras experiencias, y somos creadores conscientes, cuando
tengamos miedo, debemos comprender que es parte del plan y que puede
servirnos para evolucionar, tenemos el corazón que es el centro de
compasión y conexión con todas las cosas, Cristo dijo: “Conócete a ti mismo” este
mensaje llegó al planeta hace miles de años, y lo distorsionaron para que las
personas no pudieran comprender cual grande eran, el trabajo siempre es
interno, si estudiamos los manuscritos antiguos, comprenderíamos que los
dioses bajaron y se entremezclaron con las hijas de los seres humanos. El
pensamiento crea, debemos pensar en grande, e ir por ello, ya que todo lo que
nos sucede llega a nosotros para elevarnos, nuestra tarea es ser portadores de
la frecuencia del amor, que es la frecuencia de la creación, y portadora de la
luz, a través de todo el cúmulo de nuestra alma, para así acumular experiencias
y enriquecer al Creador, la riqueza de nuestras vidas son las emociones,
y podemos cambiar todo aquello que deseemos cambiar, imaginando,
energizando, teniendo como propósito todos los días ser felices, para que esa
energía entre por nuestra columna, descienda por nuestro cuerpo y penetre al
planeta.
Tenemos un milagroso potencial en nuestro cuerpo, nos proporciona una increíble
riqueza, nos hace millonarios, por ello debemos concentrarnos en la danza del
ser, ¿con que magia actuaras? y
¿hasta qué altura estas dispuesto a elevar tu conciencia? para dotarla de
nuevas posibilidades, somos el puente entre la tierra y el cielo, el puente del
arcoíris, cada conexión hace el todo, y en el todo esta Dios, por ello jamás
debemos juzgar a nada ni a nadie porque lo que llamamos mal también tiene un
propósito divino, debemos aprender a abrir ese banco de memoria y recordar
quienes somos, al despertar cada mañana hacia un nuevo día, establecer con
claridad lo que queremos experimentar ese día, la luz va creciendo en el
planeta a medida que vamos recordando que trabajamos en equipo con Dios.
Es importante dejar de vivir en el pasado y en el futuro, debemos acelerar
nuestra evolución personal, que el espíritu se manifieste, que nuestro cuerpo
se regenere, tenemos que emanar salud y bendiciones, debemos adherirnos
con nuestros sentimientos, para que exista una conexión entre lo que se
piensa lo que se siente y la energía suprema que está dentro de nosotros
mismos. La vida es como un restaurante, y debemos confiar, que lo que se ha
pedido es lo que será dado, somos seres con capacidad excepcional, magnifica,
inspiradora, debemos vivir nuestra luz y aprender a hacer las cosas sin
esfuerzo, cuando consideremos en profundidad que las cosas son posibles la
realidad cambia, todo lo que debemos hacer es ser tal y como somos, porque Dios
es parte de todo, de lo oscuro y de la luz, Dios es todas las cosas. Convirtamos
los milagros en una forma de vivir, lo único necesario es trabajar
continuamente con nosotros mismos, buscando siempre la alegría y el éxito,
conocer nuestro interior, y atrayendo cosas maravillosas, viviendo nuestra luz.
Cuando nos amamos a nosotros mismos y amamos la tierra, y sabemos que estamos
aquí para redefinir, rediseñar y romper fronteras que nos separan de lo
Divino, descubriremos que cuando vivimos nuestra luz, atraemos personas
que están muy interesados en vivir sus vidas de la misma manera, con
verdad, en un viaje evolutivo al éxito, con prosperidad de acuerdo
a nuestras necesidades, dando y recibiendo amor, ya que todo está entrelazado e
interconectado entre nosotros, el universo y Dios; la meditación es un estado
de comunicación con el Padre, debemos aprender a vivir desde el centro del
corazón que es una de las cosas más difíciles de hacer, aprender a sentir
compasión por nosotros mismos y por los demás, observar nuestro comportamiento
y pasar más tiempo solos, incluso si se nos hace difícil, ya que la
soledad es un encuentro significativo con el ser y por lo tanto lo es con Dios,
la introspección permite que las energías se unan, se fusionen, y se
nutra la consciencia, por ello debemos confiar en nuestros sentimientos, sean
cuales sean.
Debemos honrar a nuestros amigos que están pasando problemas pero no
involucrarnos ni contribuir a que prolonguen sus dramas, el caos está bien, no
tiene nada de malo siempre y cuando no nos quedemos allí, esta realidad es
nuestro mayor regalo, debemos crear gozo, todo es una elección, y siempre
necesitamos recordarnos eso, esta hermosa tierra es un tesoro, tan profundo y
tan magnánimo que atrae seres del lejano espacio a fin de adorar la belleza que
aquí existe, busquemos esa belleza en nuestro interior y comencemos a
latir ahí adentro, tejiendo hilos de luz, alrededor del planeta hasta
llegar a una fantástica ola cósmica de amor, comprendiendo la importancia de
amarnos a través del amor por la tierra. El amor respalda al
creador, lo nutre de fuerza, ya que todos somos frecuencia y
energía, el mundo exterior representa lo que sucede en el mundo interior,
estamos en el momento apropiado haciendo lo más apropiado, pero lo más
importante son nuestros valores espirituales y nuestra vida.
La armonía es necesaria, y nuestra alma es capaz de recordar las vidas que
hemos tenido, en nuestro proceso de evolución, todo lo que hacemos es
divinamente perfecto, todo aquello que persigamos será nuestro, no existen
limitaciones, el creador está en todas las cosas y tanto la luz como la
oscuridad son parte de él.
Debemos recordar que Dios esta en todas las cosas, en el canto de los
pajaritos, en la sonrisa de un niño, en el amor de una madre, en la gotas de
lluvia, cuando resplandece el arcoíris, cuando nos amamos, en el perdón,
incluso cuando lo hacemos mal, pero él se nutre y se fortalece solo cuando
dejamos de juzgarnos y nos amamos tal y como somos, el reino de los
cielos se multiplica cuando estamos felices y vivimos en alegría y armonía,
solo es en ese momento cuando vivimos desde el corazón sin miedos, pero con
ilusión y amor para con nosotros, y con el planeta, se crea más, se fortalece
la fuente, surgen mas colores, nacen mas seres, se crean más planetas con
átomos cósmico del sentir y el amor inagotable e incondicional, con sonidos
cristicos y movimientos que se vuelven un todo radiante,
que se mezcla en un vinculo del mundo exterior y el interior,
llenos de esplendorisidad y van formando un multiverso sin fin
desde la sustancia primaria que se visualiza en la realidad de nuestro
interior, que deja huellas del amor de Dios en conjunción y conexión con
la divinidad, que fuimos, somos y que seremos y que solo lo han entendido
seres despiertos como Jesus, Buda, Krisna, y muchos que ya evolucionaron, y no
necesitan regresar y se quedan en la fuente.
Somos semilla que fertiliza en
cada nivel de la vibración cósmica hasta que brota la hoja, tallo, flores y frutos divinos; orden perfecto que
nutre nuestras vidas. Nos creamos, te creo, me creas, unidos somos
artistas, artistas de la flor de loto, artistas de los sueños,
artistas del espíritu, artistas de la fuente brillante y vibrante,
por ello te veo, te siento, eres mío y yo soy tuya, nos une un cordón
dorado invisible, te mueves en mí y yo en ti, eres de mí y yo de ti y de cada
partícula de Dios, somos Yin y Yang, en el valle del universo, tú mismo has
creado la coreografía del universo, el sístoles y el diástole, el tiempo y la
eternidad, el pensar y el sentir, el ovulo y el espermatozoide, el amor y el
odio, el silencio y el sonido, el vacio y el todo, la impermanencia y la
permanencia, la naturaleza y lo artificial, el despertar y soñar con
conciencia. Abrir y cerrar los ojos es crear el mundo tal cual lo deseas con
fuerza rítmica en el interior de nuestro ser ancestral, cósmico planetario,
enigma y simplicidad; estamos hechos de luz, estamos hechos de estrellas,
movimiento y quietud, continuas creando los elementos primordiales: agua, aire,
fuego, tierra, éter, ondinas. Siempre.